En el Santuario encontré un refugio espiritual. Traía muchos nudos en mi corazón: culpas, miedos y rencores. Colocar mi listón blanco con una petición muy personal fue un acto de esperanza. Al confiar en María y pedir su ayuda, sentí que esas cargas empezaban a desaparecer. Este viaje organizado por MIDAS Travel fue una verdadera bendición.
